martes, 14 de enero de 2014

Fideuá rápida y fácil





Ingredientes (para dos seres):


  • 200 gr de fideos de fideuá (gordicos y huecos)
  • 250gr gambas
  • Un puñaíto almejas
  • Otro puñaíto de anillas de calamar o sepia
  • 2 dientes de ajo
  • sal
  • Aceite de oliva
  • Pimentón
  • Colorante
  • Ali-oli opcional

Preparación:

Comenzamos haciendo un fumé express con las cabezas y cáscaras de las gambas. Si tenéis algún caldo congelado de alguna preparación anterior, como por ejemplo, del Pastel de Pescado,  mejor que mejor. Ponemos en una olla algo más de un litro de agua y hervimos las cabezas y cáscaras gambunas durante unos 10 minutos y desespumamos para quitar las impurezas. Colamos y reservamos. 
Cortamos las gambas y el calamar en trozos al gusto, para que no haya que entretenerse mucho al comer, y reservamos tambíen. 






En sartén amplia, vs paella echamos chorraco de aceite de oliva y en él doramos los dos dientes de ajo. 



A mi me gusta dorar el calamar/sepia para que le quede el puntito de frito, pero si lo preferís lo podéis añadir con el resto de ingredientes y el caldo. ¿Que no? pues dóralo y luego añade los fideos. Yo he calculado 100gr por persona, como para la pasta.
Dora los fideos a fuego medio hasta que queden tostados. Se escuchará un chisporroteo maravilloso. Grandes sonidos que nos regala la cocina. 
Añadimos una cucharadita de pimentón y seguimos rehogando. Tomará un color dorado precioso. 






Añadimos las gambas, las almejas y el caldo. El doble de caldo que del volumen de los fideos. Añadimos la sal, el colorante y llevamos a ebullición. Cocemos a fuego medio-alto hasta que se quede sin caldo. Vamos removiendo de vez en cuando. 









Si os gusta el socarrat, dejad el fuego fuerte y  no remováis para que se pegue un poco, pero con cuidado no se os vaya a quemar.




En los ingredientes he puesto que el ali-oli es opcional, pero en mi opinión es indispensable. Si no os gusta el sabor del ajo podéis acompañar la fideuá de una mayonesa, pero la combinación es espectacular. Yo aún tengo ardores, pero han merecido la pena.